por BRUNO RIVAS
Tras dos Copas Américas y tres Mundiales, que sirvieron de campo de pruebas, la AFA parece haber encontrado la fórmula perfecta para que su gran estrella, Lionel Messi, se encuentre a gusto. En el entretiempo del encuentro contra Paraguay se le vio salir a la cancha relajado, sonriendo, compartiendo bromas con su paisano Ángel Di María. Al astro argentino se le notaba con una disposición similar a la que tiene en las canchas europeas. La aclimatación emocional parece estar surtiendo efecto.
El proceso no ha estado exento de dificultades. Luego de auspiciosas presentaciones en el Mundial del 2006 y en la Copa América del 2007; en las que cumplió con creces el papel de revelación juvenil, Messi entró en un bache. Cuando todo indicaba que el rol que le correspondía era el de líder indiscutible, ‘La pulga’ empezó a achicarse. El rosarino no fue capaz de anotar ni en Sudáfrica ni en el torneo jugado en casa. Del ídolo de Barcelona no había ni rastro.
Para Brasil 2014, el técnico argentino Alejandro Sabella leyó muy bien la situación. Entendió que al ídolo hay que mimarlo. Tomando en cuenta que parte del éxito experimentado en Cataluña proviene de rodearlo de un ambiente familiar; construyó un cuadro que se adaptara a su circunstancia. Le puso al costado a otro rosarino y sacó de la lista a un posible rival en el liderazgo. Y dicha apuesta por la tranquilidad de la estrella rindió réditos inicialmente. Los primeros partidos en el país carioca mostraron la mejor cara del diez. Bosnia-Herzegovina, Irán y Nigeria lo sufrieron. Luego contra Suiza asistió a Di María para lo que fue una clasificación in extremis. Sin embargo, la estrategia de Sabella no alcanzó para todo el campeonato. Los últimos partidos mostraron a una pulga desorientada que ya no corría en la cancha. Incluso en la final erró un gol que en Cataluña suele anotar sin problemas. Finalmente, Messi solo pudo recoger un trofeo individual que, para muchos, no merecía.
Para esta Copa América, la AFA está buscando terminar de afinar la táctica de Sabella. Ahora le han puesto como técnico al ‘Tata’ Martino, otro ídolo de Rosario que en el 2013 fue llevado al Barcelona por Messi. En el debut contra Paraguay ya se cosecharon resultados. El diez anotó y trianguló con Di María. Ahora sonríe como si estuviera en Rosario. Por el momento, el marcador es lo de menos. No importa tanto que Paraguay haya logrado levantar en treinta minutos un 0 a 2 en contra. Al fin y al cabo, ‘La Pulga’ se siente mimada. La AFA sabe que eso es bueno para la albiceleste.
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