por BRUNO RIVAS
El martes pasado en Puno tuvo lugar el Primer Gabinete Binacional Perú-Bolivia. Producto de ese encuentro se firmó la Declaración de Islas Esteves que incluye 37 acuerdos. Los primeros 36 se han hecho públicos; sin embargo, el último es un secreto que comparten los presidentes Ollanta Humala y Evo Morales. Solo los más arriesgados periodistas han podido sondear sobre la naturaleza del mismo. Uno de ellos se ha atrevido a comunicar al autor de este post el acuerdo en cuestión. En primicia lo anunciamos: El fútbol peruano y el boliviano se han fusionado.
Para nadie es un secreto que el balompié boliviano siempre ha visto con admiración al peruano. Clubes como Universitario y Sport Boys tienen sus émulos en el Altiplano. Grandes delanteros como Jorge ‘Koki’ Hirano dieron cátedra en los equipos más poderosos de La Paz. Recientemente, Marcelo Martins, la máxima estrella boliviana, comparó a la blanquirroja con Italia. Ante esos antecedentes, el acercamiento entre gobiernos se convirtió en la perfecta ventana de oportunidad para acercar a las selecciones de dos pueblos que aman y sufren el fútbol.
El encuentro disputado en Temuco por los cuartos de final de la Copa América sirvió como primer entrenamiento del nuevo combinado. Los titulares vestidos de rojo no tuvieron ningún problema en superar a los suplentes ataviados de blanco. Con suma facilidad, el primer equipo se puso tres goles arriba pero tuvo la cortesía de no concretar un marcador de escándalo. Incluso, Advíncula, uno de los más bonachones del equipo, tuvo la genial idea de cometer un penal que permitía que los suplentes salieran del campo con el honor intacto. La primera pichanga no concluyó con caras largas.
Ahora se viene la verdadera prueba de fuego para el equipo binacional. El lunes en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos se enfrentará a Chile por las semifinales de la Copa América. No obstante, las últimas informaciones indican que el acuerdo secreto se está resquebrajando. Emulando a lo ocurrido en la Guerra del Pacífico, la escuadra boliviana habría decidido dejar a la peruana a su suerte. Ni Chumacero, ni Martins reforzarían al equipo rojiblanco. Sin ninguna ayuda, Guerrero, Pizarro y compañía van por la heroica a Santiago de Chile. Su misión es no repetir campañas anteriores.
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