por BRUNO RIVAS
El Perú es Carlos Lobatón. Uno de los grandes aciertos de Ricardo Gareca es el de haberle dado la capitanía de la selección al volante celeste. Actualmente, es el jugador que mejor representa el espíritu de la blanquirroja. Lobatón es un jugador ordenado, disciplinado, dispuesto al sacrificio y con momentos de genialidad; sin embargo, nunca ha logrado trascender en la alta competencia. Su buen toque y visión de juego le han permitido destacar en el fútbol nacional pero sus limitaciones físicas impidieron que diera el salto al exterior. A pesar de que en las últimas temporadas se ha convertido en la máxima estrella del campeonato peruano, los 35 años de Lobatón juegan en su contra. Con esa edad es bastante improbable que llegue al mundial Rusia 2018. No obstante, da la lucha y contagia a los que vienen para el relevo. Lo suyo fue solo la Copa América y en ella cumplió con creces.
El Perú es Carlos Ascues. El volante de Melgar de Arequipa ha sido la gran sorpresa de la selección peruana. En la Copa América, Gareca lo ha reinventado al ubicarlo en la zaga de su escuadra. Los resultados han sido fenomenales. Después de mucho tiempo, la blanquirroja cuenta con un ‘patrón’ capaz de salir jugando desde la defensa y que se da el lujo de llegar al campo rival en los momentos en que el equipo necesita un empujón. Sus 23 años lo convierten en una promesa que puede aportar en futuros procesos. No obstante, su gran problema es la inestabilidad. Desde su debut en el 2011, Ascues ha jugado en cinco equipos diferentes, entre ellos dos europeos. Hasta ahora, el polifuncional jugador no ha podido asentarse en un lugar. Cabe preguntarse si con el consejo del seleccionador peruano, Ascues logrará por fin ubicarse en el mundo del fútbol y marcar la ruta que lleve a Perú a una Copa del Mundo.
El Perú es Carlos Zambrano. En el minuto 18 del partido con Chile, Carlos Zambrano destruyó las ilusiones de un país que había aprendido a quererlo. El defensa peruano conocido por su matonería volvió a fallarle al equipo. Una vez más sus pergaminos europeos no le sirvieron de nada. En un partido clave en el que había que mantener la calma y el orden, el jugador del Eintracht Frankfurt eligió clavarle los botines a un rival. Hasta el encuentro con los sureños, Zambrano estaba realizando una soberbia Copa América. Analistas nacionales y extranjeros alababan el orden que había demostrado durante la primera ronda del certamen y destacaban que la solidez defensiva no había estado acompañada de las patadas que solía repartir. Pero ahora ha vuelto a sembrar dudas. Más de uno se pregunta si el zaguero seguirá perdiendo la cabeza en los partidos claves de la eliminatoria. ¿Los esquemas que planteará Gareca en la ruta para Rusia 2018 serán saboteados desde adentro? ¿Es posible confiar en jugadores que tienden a la autodestrucción?
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